En estos 23 años de vida, la vida me ha enseñado muchas cosas. Una de ellas es que llorar es tiempo que se pierde intentando solucionar los problemas del día a día.
Entre las demás podemos encontrar muchas lecciones que la experiencia me ha ido demostrando a lo largo de los años.
Si me preguntan si creo en el destino, la respuesta es si. Aunque creamos ser dueños de nuestro destino y creamos manejarlo a voluntad,mi creencia es bien distinta pues creo que todo esta escrito y todo lo que hacemos y nos pasa esta pensado para que nos ocurra a nosotros y en una circunstancias concretas que en el futuro pueden servirnos de experiencia para afrontar retos mayores.
Todo esto viene dado al último cúmulo de circunstancias que se me han ido acumulando en estos últimos 4 meses y medio(desde el 15 de enero mas concretamente).
Todo comenzó realmente el verano pasado cuando decidí inscribirme en un curso de desarrollo web para tener las espaldas cubiertas en caso de no tener trabajo para el verano. Yo pensando que el curso se desarrollaría en período estival y como viendo que esta circunstancia no se daba, decidí finalmente matricularme en un Ciclo de Grado superior de Administración de sistemas.
Mi sorpresa llega en diciembre cuando me dicen que estoy admitido en el curso y que tras pasar una sencilla prueba, el día 15 de enero comenzaba a estudiar de 3 a 9 y otra vez en Campanillas, donde había estado estudiando durante 3 años. Otra vez paliza de 42 km entre ida y vuelta todos los días y encima por la tarde, pero estaba dispuesto ha hacer ese sacrificio.
El problema estaba en que debería abandonar el curso de lo por las mañanas. Pero lejos de eso decidí llevar los dos cursos hacia delante ya que era un reto que me propuse a mi mismo.
Y pasaron cuatro meses....
Una tarde de abril, con el curso casi finiquitado, una oferta de trabajo llega a mis manos. En una empresa de Málaga se necesita un programador para ya y pagando decentemente y sin experiencia previa(luego comprobé que esto no era del todo cierto). Así que como hombre de impulsos me lancé al charco porque en estos tiempos, cualquier dinero que entre es mejor que no entre nada.
Otra de las lecciones: Tomar un riesgo implica que las circunstancias cambien y jamás sabrás si a peor o a mejor.
Debido al horario del trabajo, tenía que renunciar a dos cosas: 1-El ciclo de grado superior, pues ya me era imposible compatibilizarlo y las prácticas del curso de por la tarde.
La decisión era irrevocable y estaba dispuesto a correr el riesgo.
Las cosas comenzaron bien en el trabajo: buen ambiente, contrato en formación(ellos me ayudarían a completar mi formación, cosas que tampoco fue así) así que todo era de color de rosas.
Lo que ya no era de rosas es cuando empezaron a pedir cosas que por la falta de experiencia no pude darles y es rapidez. Todos los proyectos atrasados que tenían me los encargaron a mi y debían estar terminados cuantos antes y claro, la falta de experiencia hizo que los trabajos no estuvieran terminados a su tiempo(Más tarde si cabe, pues ya estaba atrasado cuando los proyectos llegaron a mis manos)
Pasaron dos semanas y decidieron prescindir de mis servicios. La vida volvió a darme un revés y las circunstancias volvieron a cambiar: no podía volver al curso de por las mañanas ya que tras estar prácticamente 3 semanas sin ir y sin asistir a los exámenes finales me sería imposible terminarlo al 100% y sería una pérdida de tiempo.
Afortunadamente las prácticas de empresa si que puedo realizarlas y ahora me encuentro ante el nuevo de reto de realizar unas prácticas en un lugar dónde si pueden formarme para adquirir la rapidez necesaria para obtener un puesto de trabajo...
Otra lección: cada decisión, cada paso que das, tiene una repercusión en el curso de tu vida. En tu voluntad reside si eres capaz de afrontar el reto que se te pone por delante, o si eres tan cobarde para no afrontarlo...
Yo soy de los que prefiere afrontar los retos y superarlos como satisfacción personal! Todo ello unido a que con una sonrisa, los problemas son mas llevaderos!
